Pueden parecer inofensivas, pero la presencia habitual de palomas en edificios no siempre es una buena señal. Más allá del ruido o la suciedad, su aparición recurrente indica que el entorno reúne las condiciones ideales para que se alimenten, se resguarden y, en muchos casos, aniden. Entender por qué eligen ciertos espacios es el primer paso para mantenerlas a raya de forma eficaz y respetuosa.